Desde tiempos antiguos, unos de los métodos más utilizado para la extracción y conservación de las propiedades medicinales de las plantas ha sido la Maceración en Aceite. Hay varios tipos de maceración (en frio, en caliente, en oscuro, a Sol y Serena…). Hoy nos centraremos en este ultimo método. Creemos que el poder de la energía solar y lunar que reciben el aceite y la planta, durante los 40 días que dura el proceso, es importante nos solo para trasmitir las propiedades medicinales sino también para trasmitir y cargar el Aceite de la frecuencia energética y el color de la Planta.
¿ Para que sirve ?
Los oleatos son simplemente aceites que ha tomado las propiedades de una determinada planta, a través de la maceración. Dependiendo de la planta y el aceite usado tendrán diferentes propiedades y se pueden utilizar como aceites de masaje, removedores de maquillaje, se pueden añadir a cremas para el rostro y el cuerpo o utilizarlos puros en lugar de la propia crema. La preparación es muy sencilla y los ingredientes que se utilizan se encuentran fácilmente en casa, en el jardín o en herboristerías.
El PODER de la MACERACIÓN
Material Necesario
Los utensilios que necesitaremos serán:
- Tarros de cristal bien limpios y desinfectados,
tantos como aceites vayamos a hacer
INGREDIENTES
- Aceite base (oliva, girasol, almendras, coco…)
- Plantas o flores secas
Para hacer un aceite macerado, normalmente se emplean plantas secas. Sin embargo, hay algunas plantas que por su bajo contenido en agua se pueden macerar frescas sin peligro de fermentación.
Paso a Paso
1. Recolectar la Planta Medicinal
Cosechar la cantidad necesaria para llenar un bote de cristal. Dejar secar o si su contenido en agua es bajo, introducirlas en fresco. El momento ideal para realizar la cosecha es al mediodía en un día soleado, ya que es cuando hay la máxima concentración de aceites esenciales.
2. Llenar el bote
Eliminar las ramas y llenar hasta un poco más de la mitad del bote, de cristal limpio, con las hojas y flores.
3. Cubrir con Aceite
Llenar el bote con el aceite, cubriendo totalmente las hojas. Tapar el bote y dejarlo en un sitio cálido, a sol y serena (que vea el sol y la luna).
4. Dejar reposar
Después de 40 días y 40 noches, colar el aceite. Guardarlo en un bote de cristal teñido, es decir, que no sea transparente: así la luz no afecta al contenido. Poner una etiqueta para identificar el tipo de aceite y la fecha de elaboración.
Oleatos más Comunes
El Aceite que se utiliza con más frecuencia es el Aceite de Oliva porque es muy fácil de conseguir y es excelente para la piel, pero también se puede utilizar Aceite de Almendras, teniendo en cuenta de dejarlo macerando menos días. El Aceite de Almendras tiene una textura ideal para masaje, se extiende bien y deja la piel muy suave. También, tiene un olor más neutro que el aceite de oliva. Otro aceite que podríamos utilizar con un periodo de maceración más largo es el Aceite de Coco.
Existen determinadas plantas con propiedades analgésicas, como el Orégano o el Romero, que pueden ayudar a aliviar espasmos musculares, calambres o molestias menstruales. Por su parte, la Albahaca, además de ser un excelente condimento para nuestras comidas, cuenta con propiedades digestivas, combate la halitosis y previene la caída del cabello. El aceite macerado de Menta tiene propiedades estimulantes, energizantes, descongestionantes y digestivas. Además, en aplicaciones externas funciona como analgésico, desinfectante y calmante. Y la Salvia y el Tomillo son plantas que ayudan en general en todo tipo de afecciones cutáneas como dermatitis, eccemas y aceleran el proceso de cicatrización. Otros oleatos muy comunes por sus propiedades beneficiosas para la piel son el de Caléndula, el de Hipérico o el de Manzanilla. Y los que tienen un efecto calmante para el dolor o el estrés son el oleato de Lavanda y el de Árnica.
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